Para lograr un punto de encuentro con la ética se necesita respeto, lo que supone tratar a todo el mundo con la dignidad que le corresponde y tolerando sus opiniones, religión, cultura... Además otro factor que es necesario para que se de ese encuentro es la confianza porque es un pilar fundamental para que cualquier relación, ya sea familiar, personal o de cualquier otro tipo, funcione correctamente. También tenemos que encontrar una plataforma común en la que todos, siendo diferentes, podamos vivir adecuadamente. Para ello, se tiene que crear un consenso en el cual el sentimiento mayoritario sea la empatía, ya que así una persona puede llegar a entender la situación de otra, y pueden ponerse de acuerdo.
Una primera dificultad que se encuentra a la hora del encuentro como cuestión ética son los sistemas cerrados, es decir, donde haya únicamente un pensamiento ético sin puntos intermedios. Otro problema es situar las causas de un conflicto por encima de la dignidad de las personas. Además, cuando las ideologías religiosas no aceptan el pluralismo social, supone un gran obstáculo. Por último, el individualismo originado en ausencia de ética, nos impide construir una humanización.
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